miércoles, 2 de diciembre de 2009

Aarón Scharf : ARTE Y FOTOGRAFÍA

Alianza Editorial
Madrid, 1994


Aarón Scharf hace un análisis entre la relación que sostuvo el arte y la fotografía desde la aparición de ésta última.
Presentado en doce capítulos, hace un estudio de la influencia que recibió el arte; en especial la pintura, con la aparición de la fotografía, presentándonos datos importantes en referencia a la cámara oscura y la utilización que de ella hacían los artistas (principalmente los pintores), así como los experimentos y ensayos realizados para fijar la imagen.

El cambio en la percepción de la imagen con la utilización de la cámara de alta velocidad reveló a los pintores posturas de animales que contradecían los convencionalismos, sin embargo estas novedades de la imagen ya tenían antecedentes tanto en la escala de perspectiva como en las gamas tonales. Al respecto brinda datos importantes como son la velocidad con que eran tomadas las imágenes desde una milésima de segundo, hasta una seimilésima de segundo.

Scharf afirma que la fotografía sirvió para elevar y agudizar la percepción de la naturaleza y el arte por parte del artista. Éstos artistas no solo copiaron las imágenes como recurso práctico o para satisfacer la observación entonces vigente del realismo pictórico, sino también con objeto de transferir a los cuadros las novedades o sorprendentes aberraciónes de la imagen fotográfica.
La exagerada creencia en la precisión pictórica había sido fomentada por una larga tradición de utilización de instrumentos ópticos y de ingenios mecánicos para producir obras de arte.
Se acusó a la fotografía y a la inundación de imágenes fotográficas de ser la causa de una decadencia del gusto artístico y de imponer a los pintores una homogeneidad de estilo, subvirtiendo su individualidad.

Es a partir de los 1890 que la fotografía queda aceptada como arte, nos comenta el autor; pero siempre vista con recelo por los pintores.
El texto establece una clara relación entre Francia e Inglaterra, ya que cualquier acontecimiento fotográfico que ocurriera en alguna de las dos sería inmediatamente conocido en el otro.

Encontramos las figuras de artistas importantes como Ingres, pintor retratista, así como la utilización que hace del daguerrotipo como herramienta en su pintura. Un capítulo aparte para Delacroix y sus estudios fotográficos. Degas, quien retoma los efectos del movimiento percibidos a través de la cámara, la importancia de la fotografía para el nacimiento del impresionismo y los descubrimientos de Muybridge con sus representaciónes del movimiento.

De la antigua técnica de crear un equivalente pictórico de tiempo y espacio llamada "representación contínua", surge la nueva forma de representación simultánea. Ejemplo de ello la obra de Duchamp. Una parte importante son las notas del autor, las cuales contienen datos que podrían analizarse separadamente. Sin duda un libro que analiza artistas claves para la asimilación de una técnica que se llegó a considerar arte a finales del siglo XIX.